La Lic. Laura Bareiro, nutricionista, menciona “durante la infancia, nuestros hijos aprenden a hacer migas con la comida, marcando caminos que durarán toda la vida. Considerando que nuestro país tiene un alto número de adultos con sobrepeso y obesidad, es vital sembrar hábitos saludables desde chiquitos”.
“Los niños y adolescentes con sobrepeso tienen más chances de arrastrar esa pesada mochila en la edad adulta, enfrentándose a enfermedades crónicas peligrosas. Entonces, la merienda escolar se convierte en un terreno fértil para plantar la semilla de hábitos saludables”, agrega.
Opciones para la merienda
Pero, ¿cómo armamos una merienda que no solo llene las pancitas, sino que también sea amigable para los gustos de los chicos? ¡Aquí presentamos una lista de opciones!
· Bebidas refrescantes: agua siempre es la mejor opción. Pero también pueden ir por jugos de frutas naturales o licuados de lácteos con frutas. Eso sí, cuidemos la cadena de frío con loncheras o termos refrigerantes.
· Frutas de temporada: enteras o en pedacitos, frescas y llenas de vitaminas.
· Sándwiches creativos: desde verduras frescas hasta pollo, queso y tomate. ¡Con pan árabe o tapioca para variar!
· Huevo duro: fácil, rápido y lleno de proteínas.
· Yogurt con cereales: sin azúcares añadidos, ¡para darle ese toque crujiente con hojuelas de maíz sin azúcar!
· Leche o yogurt natural: ricos en calcio y proteínas que son puro amor para los huesos y músculos.
· Avena en todas las formas: galletitas, tortitas, panqueques. Endulzados con frutas y no con azúcar.
· Chipitas y galletitas sin azúcar: una opción práctica para salir de apuros.
· Tapioca con mantequilla de frutos secos: una delicia que encanta a grandes y chicos.
· Torta marmolada y empanaditas al horno de pollo: para variar un poquito.
Recomendaciones
Para mejorar la receptibilidad de los chicos, les dejo unos trucos del manual de supervivencia:
· Cortar y picar: frutas y verduras en formas divertidas, y siempre con un tenedorcito o pincho a mano para facilitar el ataque.
· Variedad de opciones: más opciones, más chances de que elijan algo. ¡Ampliemos el menú!
· Realza el sabor: con especias naturales y preparaciones dulces con frutas, como canela, vainilla, coco rallado, cacao 100%. ¡Les va a encantar!
· Involucra a los chicos: que sientan que son los que deciden de su merienda. ¡Que elijan y ayuden a preparar!
Recuerde
- Para que la merienda escolar sea la campeona de la salud, es importante evitar alimentos cargados de azúcares, grasas y sodio, como gaseosas, jugos envasados, galletitas dulces y productos ultraprocesados.
- Es fundamental entender que nuestros hijos se enfrentan a un mundo diverso, con sus propias creencias y enseñanzas.
- Siempre buscamos llegar a acuerdos mediante el diálogo, sin caer en prohibiciones, ya sea con nuestros hijos, los padres o la escuela. ¡La comunicación es clave para construir hábitos saludables!
- La merienda escolar no solo llena pancitas, sino que también es clave para el desarrollo de los peques. Alimentarlos bien ahora les asegura un futuro lleno de salud y mucha sabiduría.
Nota publicada en la revista Niños & Adolescentes, del IPN.
Revista elaborada por DA Comunicación & Prensa.