ENFERMEDAD MANO, PIE Y BOCA
ERUPCIONES CUTÁNEAS

La Dra. Gabriela Alfieri, pediatra, informa que la enfermedad mano, pie y boca es causada por un grupo de virus, el más frecuente se denomina Coxsackie A16. Afecta principalmente a niños menores de cinco años, aunque puede afectar a más grandes e incluso adultos.
¿Conoces la enfermedad mano, pie y boca?
Los niños que acuden a guarderías son particularmente más vulnerables y propensos a
la enfermedad conocida como mano, pie y boca, debido a la propagación de
infecciones por el contacto estrecho de persona a persona. La fiebre es, a menudo, el
primer signo de alarma, seguida de dolor de garganta y erupciones cutáneas,
principalmente en las manos y en los pies.
- ¿Cómo se contagia?: la enfermedad se transmite por el contacto con la persona
infectada, a través de secreciones nasales, saliva, líquido de las lesiones de la piel
(vesículas), gotitas respiratorias esparcidas por el aire luego de toser o estornudar,
también al manipular las heces y a través del contacto con objetos y
superficies contaminados por el virus (manijas de puertas, juguetes, etc.) y luego
tocarse los ojos, la nariz o la boca. Raramente se puede contraer el virus al tragar agua
de las piscinas, esto puede suceder si el agua no está adecuadamente tratada con
cloro.
- ¿Cuáles son los síntomas?: el período habitual desde la infección inicial hasta el
comienzo de los signos y síntomas (período de incubación) es de tres a seis días. La
fiebre es, a menudo, el primer signo de la enfermedad, seguida de dolor de garganta, a
veces falta de apetito y malestar general. Uno o dos días después del comienzo de la
fiebre pueden aparecer lesiones, tipo vesículas muy dolorosas, en la garganta.
Posteriormente una erupción cutánea (pequeñas vesículas) en las manos y en los pies,
e incluso en los glúteos y rodillas. Estas lesiones pueden o no picar, e incluso generar
molestias al caminar.
- ¿Cómo se diagnostica?: el diagnóstico es clínico, es decir, el médico puede
diagnosticar la enfermedad a partir de los síntomas y de las características de las
lesiones, sin necesidad de ningún tipo de prueba diagnóstica.
- ¿Cómo se trata?: no existe un tratamiento específico. No son de utilidad los
antibióticos; si es necesario, se pueden administrar medicamentos como analgésicos y
antitérmicos para tratar los síntomas, los cuales desaparecerán luego de 7 a 10 días.
Es importante cuidar la piel manteniéndola limpia y evitando la sobreinfección de las
lesiones. Además, debemos ofrecer abundantes líquidos para evitar la deshidratación.
- ¿Podemos prevenirla?: no existe actualmente una vacuna específica. Es importante
para evitar la transmisión del virus el correcto lavado de manos y llevar a cabo
medidas preventivas, como toser en el codo y usar pañuelos desechables.
- ¿Qué nos debe preocupar?: fiebre persistente, inapetencia de alimentos sólidos y
líquidos, dificultad para respirar, vómito, diarrea abundante, poca orina.
- ¿Esta enfermedad puede complicarse?: en general no. La complicación más
frecuente de esta patología es la deshidratación, a causa del dolor causado por las
ampollas a nivel de la garganta, que impide al niño ingerir suficientes líquidos, motivo
por el cual a veces requiere internación. Una forma poco frecuente y a veces grave, es
la afectación del sistema nervioso central (encefalitis, meningitis). La enfermedad de
manos, pies y boca es usualmente una afección menor que causa signos y síntomas
relativamente leves, con sólo unos pocos días de fiebre. No obstante, es fundamental
la consulta con el pediatra para que el mismo valore el diagnóstico, las posibles
complicaciones y brinde el tratamiento más adecuado.
Nota publicada en la revista Niños & ; Adolescentes, del IPN.