Cardiopatías congénitas, ¿qué tan graves son?

Dra. Soledad Álvarez - Cardióloga pediátrica

Las cardiopatías congénitas son malformaciones frecuentes en los niños. Estas anomalías

representan un problema en la estructura del corazón y están presentes desde el

nacimiento. ¿Cómo detectarlas? El primer paso es realizar un interrogatorio dirigido a

identificar los síntomas que pueden indicar la presencia de estas patologías.

La Dra. Soledad Álvarez, cardióloga pediatra, explica “se pregunta a la madre, en el caso

de los niños pequeños, posibles antecedentes de dificultad respiratoria, sudoración,

escaso aumento de peso ponderal, cansancio con la succión, irritabilidad o decaimiento”.

“Mientras que, en los niños mayores y adolescentes, se consultarán antecedentes de

dolor precordial, palpitaciones, síncopes, dificultad respiratoria con los esfuerzos. Luego

se realiza un examen físico completo, que incluye la observación de la forma del tórax, la

coloración de la piel, palidez o cianosis, la palpación de pulsos en los cuatro miembros,

auscultación de la frecuencia cardiaca, así como ruidos y ritmo cardíaco. También la

presencia o no de soplos, la frecuencia respiratoria, la toma de la presión arterial y la

saturación capilar de oxígeno y, finalmente, se completa la evaluación con análisis

laboratoriales, radiografía de tórax, electrocardiograma y ecocardiografía”, agrega.

Importante

- Es importante indagar los antecedentes familiares, en cuanto a cardiopatías

congénitas, ya que algunas tienen factor hereditario.

- Los historiales deben incluir la presencia de enfermedades asociadas a cardiopatías

congénitas, como la diabetes, lupus eritematoso sistémico, síndromes

neuromusculares, enfermedades de depósito, alcoholismo.

- Además, se debe preguntar antecedentes del embarazo con relación a la

exposición a teratógenos, infecciones maternas o medicaciones tóxicas.

 

Síntomas y alertas

 

La Dra. Álvarez refiere “en la etapa neonatal, los síntomas y signos clínicos de las

cardiopatías congénitas pueden ser muy variables, dependiendo del tipo de

malformación, es decir, leve o severa. Hay que tener en cuenta que algunos recién nacidos

no presentan síntomas algunos, pero a medida que van creciendo puede aparecer una

coloración azulada de piel, cansancio al mamar, infecciones de vías respiratorias, soplos

en pacientes sintomáticos y en asintomáticos, o corazón dilatado. Ante estos signos y

síntomas el pediatra debe derivar a su paciente para una evaluación con el cardiólogo

infantil”.

“Actualmente, gracias al tratamiento oportuno que reciben, sobre todo los recién nacidos,

la morbimortalidad disminuyó significativamente y el pronóstico mejoró en el mundo,

inclusive en nuestro país. Los niños tratados de cardiopatías congénitas o pos operados de

estas malformaciones, necesitaran visitas regulares al cardiólogo pediatra, a fin de


efectuar un seguimiento preventivo o detección de posibles apariciones de

complicaciones evolutivas. Al principio los controles serán muy frecuentes, luego se irán

espaciando hasta reducir la visita al consultorio, hasta una vez al año. Es posible que se

limiten algunas actividades físicas, pero los niños pueden seguir jugando, siempre

teniendo en cuenta las indicaciones brindadas por el cardiólogo acerca de las actividades

físicas adecuadas”, aconseja. 

 

Detección temprana

“Las patologías más frecuentemente halladas son las comunicaciones interventriculares,

ductus arterioso permeable y comunicación interauricular, que son tratadas con cirugías

correctivas sin muchas complicaciones. Existen otros tipos de cardiopatías más complejas

que, con el advenimiento de las nuevas técnicas diagnósticas, como la ecocardiografía

fetal, permiten realizar una evaluación prenatal temprana y, de esta manera, planear el

manejo interdisciplinario de los pacientes para una vida plena”.


Nota publicada en la revista Niños &; Adolescentes, del IPN.

Revista elaborada por DA Comunicación &; Prensa.

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